Museo a Cielo abierto

Espacio Cultural y Museo Julio Sosa

El Espacio Cultural Museo del Tango Julio Sosa se crea en el marco de una política de crecimiento de museos y espacios culturales de la Comuna Canaria, propuesta que surge de la Comisión Honoraria de Patrimonio Departamental. Toma ese nombre en homenaje a la figura de Julio Sosa, cantor de tangos pedrense. Su inaugración se realiza en el marco de los festejos del día del Patrimonio del año 2013, año en que a nivel nacional se homenajeaba al tango como Patrimonio Inmaterial del Uruguay.

Desde su apertura, el Espacio Cultural Museo del Tango Julio Sosa, ha realizado una serie de acciones:

  • Investigación: bibliográfica, documental, testimonial, registro de la memoria.
  • Divulgacion y extensión: Talleres y activades culturales para  centros educativos y  espacios de educacion formal y no formal.
  • Propuestas cultutales:
    • Tango en la comunidad: organización de peñas tangueras, milongas, con la participación de diversos artistas.
    • Charlas, encuentros y conferencias.
    • Itercambios con otros proyectos culturales.

Características y tipologías del acervo

El acervo de este museo consta de dos tipos de colecciones.
Por un lado una colección histórica, relacionada con la temática del tango y de una de sus figuras más emblematicas, Julio Sosa.
Por otro lado por una colección de caracter artístico, que se propone ir creando junto con los artistas que expongan en el Espacio Cultural.

Perfil de la Institución

El Espacio Cultural Museo del Tango Julio Sosa se propone constribuir a la reconsolidación de la identidad local que ha sido socavada en las últimas décadas por el acelerado crecimiento de la población local consecuencia de las migraciones internas ocurridas en los últimos cincuenta años en el Uruguay. Procura implicar a la comunidad, haciendola partícipe de las diferentes actividades y exposiciones que se desarrollan en el espacio.  A su vez tiene como objetivo investigar, preservar,  difundir y documentar la figura de Julio Sosa valorizándolo como exponente del tango local y nacional, y del Tango como Partrimonio Inmaterial de la humanidad,  manifestación cultural que une música, poesía y danza, que  ha sido reconocido por la UNESCO como patrimonio de la humanidad en el año 2009.

JULIO SOSA “EL VARÓN DEL TANGO”

Nombre real: Julio María Sosa Venturini.
Uruguayo, nacido el 2 de febrero de 1926 en la calle Defensa,  (ahora Luis Alberto de Herrera), N° 535, Las Piedras, Canelones.
Fue hasta cuarto año a la escuela pública y luego dos más, uno en el Colegio San Isidro y otro en Las Hermanas.
De familia muy humilde, su hogar estaba constituído por Luciano Sosa y Ana Venturini, sus padres, y una hermana María Rosa.
En Las Piedras fue jornalero municipal, contratado por el ferrocarril, guarda de ómnibus. Despúes se enroló cómo marinero. Pero lo que a Julio le gustaba era “CANTAR”... Contaba Julio “Una tarde dije, ¿qué tengo que ver con todo esto si a mi lo que me gusta es cantar?, Y me fui nomás”.
Como cantor  comenzó su labor  en la orquesta de Carlos Giraldoni en Las Piedras, donde ya había  por  cafés y recreos  y tenía muchos “hinchas”; luego fue cantor de Donato Racciatti. Luego se retiró antes que finalizara para ingrsar a la orquesta de Hugo di Carlo.  Más tarde estuvo  con Luis Caruso, con quien hizo sus primeras grabaciones en el sello Sondor; grabó cinco temas, uno de ellos fue “Sur” con música de Aníbal Troilo y letra de Homero Manzi.
En 1949 llega a Buenos Aires. Inicialmente canta en un café llamado “Los Andes”.
Ingresa después a la orquesta que dirigía el violinista Francini y el bandoneonista Armando Pontier. El debut fue cantando a dúo con Alberto Podestá el vals “El hijo triste” de Francini y Horacio Sanguinetti.
En 1953 paso a integrar la orquesta de Franciso Rotundo, un pianista y compositor. En el año 1955 se integra con el músico y amigo Armando Pontier.
Leopoldo Federuci acompañó a Julio Sosa entre 1960 y 1964, los años de mayor desarrollo artístico del “Varón del Tango”. Cuando sobrevino el encuentro con Julio Sosa, Leopoldo Federico ya tenía  su propia orquesta. El encuentro entre Leopoldo Federico  con  Julio Sosa se resucitó este género en momentos adversos en el imaginario social rioplatense.
En palabras de Leopoldo Federico “... todo lo que se podía escuchar por radio  o por disco se mangnificaba  cuando uno lo veía arriba del escenario. Tenía un gran poder de atracción; un auténtdico carsma. Arriba del escenario donde se jugaba la vida, a mi y  a todos los músicos nos atrapó”

“Tango que viene de lejos a acariciar mis oídos
como un recuerdo querido con melancólicos dejos”

01.1_Espacio_Cultural_y_Museo_Julio_Sosa
01.3_Muestra_del_artista_plastico_Roberto_Saban_el_dia_de_la_inauguracion
01.4_Obra_del_artista_plastico_Roberto_Saban_creada_para_el_Espacio_Cultural_y_Museo_Julio_Sosa
02.2-Julio_Sosa_firmando_autografos