Museo a Cielo abierto

Obelisco

Obelisco

Obelisco Conmemorativo del Centenario de la Batalla de Las Piedras
Parque Artigas

Fue inaugurado el 25 de mayo de 1911; en el acto hicieron uso de la palabra el Ministro del Interior Pedro Manini Ríos y el poeta Juan Zorrilla de San Martín.
Obra del escultor uruguayo Juan Manuel Ferrari.

La Comisión Nacional del Centenario de la Batalla de Las Piedras, encargó la realización del Monumento alegórico, a Juan Manuel Ferrari, luego de establecido el lugar donde se desarrolló la “Acción de Las Piedras”, entonces la Loma de Hernández.
Esta Comisión de festejos del Centenario fue la que delimitó el campo de batalla (en las tierras de Hernández, Sosa, Vega y Díaz), teniendo como epicentro el espacio que se ubica entre el Obelisco y el Mástil y sobre el arroyo de Las Piedras, prolongándose hasta la Capilla (junto al Cementerio) donde se rindieron los últimos soldados españoles (hoy José Pedro Varela y Avda. Artigas).

Descripción del Obelisco:

Los preparativos de los festejos comenzaron hacia 1909 cuando la Comisión Nacional del Centenario, sus miembros, Carlos Travieso, Juan Campisteguy y Julio María Sosa se reunieron con los vecinos de la Villa de Las Piedras, con el fin de erigir un monumento alegórico. Se encargó al escultor Juan Manuel Ferrari una Victoria que coronara el mismo y “que dicha figura llevara en la cabeza un sol estilizado a la manera indígena”. (Actas de la comisión, AGN, Montevideo).
Esta obra se orienta hacia el oeste sobre una planta rectangular de granito rosa (extraído de las canteras de la zona), con una plataforma rodeada de una baranda de hierro. Hacia el centro de la obra se levanta el Obelisco y en su base hay un altar de granito gris. En la parte superior la Victoria “…allá arriba proyectada sobre el cielo, en la forma alada del genio criollo que corona el Obelisco será luz y será grito, será recuerdo y será esperanza y será altivez y será gloria” (Zorrilla de San Martín). La Victoria es una figura de porte clásico, sin embargo se pueden observar elementos de la Patria Vieja: en el brazo izquierdo un escudo y una lanza de caña tacuara con la punta enastada; en la mano derecha una hoja de laurel y boleadoras en la cintura. Avanza sobre el pie derecho y deja libre el pie izquierdo; expresa valores de libertad y de república. El artista recrea el espíritu de la Victoria en otra obra, el monumento Grito de Gloria, en homenaje al ejército Libertador del Gral. San Martín, en el cruce de los Andes, en la provincia de Mendoza. La Comisión Nacional del Centenario estableció al pie de la obra la siguiente inscripción:

“Batalla de Las Piedras”
1811 – 18 de mayo – 1911

Biografía Juan Manuel Ferrari (1874 – 1916)

Nació en Montevideo el 21 de mayo de 1874 y falleció en Buenos Aires el 31 de octubre de 1916. Comenzó sus estudios en Montevideo y en Buenos Aires, con su padre el escultor Juan Ferrari. En 1890 obtuvo una beca del gobierno uruguayo para estudiar en Europa, se radicó en Roma, donde estudió con el escultor Ettore Ferrari y con Ercole Rosa en el Real Instituto de Bellas Artes de aquella ciudad. Regresó a Uruguay en 1896 y estableció su propio taller. Fundador del curso de plástica en la Facultad de Matemáticas, fue catedrático honorario por tres años. Pasó luego a vivir en Buenos Aires. Participó con un boceto para la realización de un monumento a José Artigas, el jurado otorgó el Primer Premio a los trabajos de Ferrari y Ángel Zanelli (escultor Italiano), al tiempo que aconsejaba llamar a una nueva prueba a ambos artistas. El Gobierno desestimó esa decisión y un nuevo jurado eligió como ganador al boceto de Zanelli. Entre sus obras se destacan el Obelisco de Las Piedras, el Monumento al Paso de los Andes por el Gral. San Martín, realizado por encargo del Gobierno de la Provincia de Mendoza (1914). Monumento a Juan Antonio Lavalleja en Minas (1902). También realizó monumentos funerarios, bustos y retratos, como, por ejemplo, Diógenes Hecquet (1900). Refiriéndose a Juan Manuel Ferrari ha dicho el crítico e historiador del arte uruguayo José Pedro Argul, que es el artista “de mayor espiritualidad digital con que cuenta la escultura uruguaya”.